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9 de febrero de 2011

No pudo faltar más suerte


No debimos haber saltado desde tan alto, ¿recuerdas la caída? Murieron nuestras ganas, la pasión e incluso las caricias. Todo hecho añicos lo dejamos allí, y nos fuimos. Corrimos, cada uno hacia un lado, sin saber hacia dónde, pero corrimos. Y no paramos, tampoco miramos atrás, sacamos fuerzas de donde no las teníamos, hicimos de tripas corazón y llegamos hasta tal punto que la distancia entre nosotros había que medirla en años luz. Y tan separados, nos tumbamos juntos a ver las estrellas sin entender muy bien porqué cada uno veíamos una cosa distinta.
Y se cayó la luna, dejando a oscuras todo lo que no fueran sonrisas. Tú y yo desaparecimos, y ciegos, caminamos hasta chocarnos, de frente además. Y sonreímos, y vi tu cara iluminada y sonreí aún más. Hasta que no hubo luz, porque no podemos besarnos y sonreírnos a la vez.

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