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4 de noviembre de 2009

Y qué le voy a hacer.

¿Quién lo diría? ¿Quién podría llegar a pensar que alguna vez todo ese amor que sentíamos se desvaneciera y meses más tarde no quedaría ni rastro?
Recuerdo, a veces, como nos queríamos. Nos queríamos con amor de primavera, con olor a margarita y con sabor a café. Nos queríamos de azul, amarillo e incluso negro. Nos queríamos con cucharilla y un terrón de azúcar. Nos queríamos lisos, rizados. Nos queríamos llorando de felicidad, cantando canciones de los ochenta y con dolor de pies. Hacia arriba y hacia abajo. Nos queríamos a distancia, cerca, de la mano. Nos queríamos al desayuno, merienda y cena. Nos queríamos en frío y en caliente. Nos queríamos a cuadros, rombos y con lunares. Desnudos y vestidos. Nos queríamos lloviendo, nevando, brillando el sol. Nos queríamos dulce, amargo y a veces ácido. Nos queríamos rubios y morenos. Nos queríamos nosotros, a nosotros, entre nosotros. Pero, ahora, tengo dudas; sinceramente...¿nos queríamos?
''Más que a nada'', decíamos; más que nunca, mentíamos.

1 comentario:

  1. Nunca se puede decir eso y me di cuenta hace tiempo.
    Y si ahora miras para atrás puedes ver las mentiras que dijimos antes, y no son pocas...
    Muás!

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